Cuando el camino que tienes a tus espaldas es más largo que el que tienes delante, ves una cosa que antes nunca habías visto: el camnino que has recorrido no era recto, sino que estaba lleno de bifurcaciones, a cada paso había una flecha que señalaba una dirección diferente; a cierta altura se ab´ria un sendero, en otro sitio una senda hermosa que se perdía en los bosques.
Cogiste alguno de esos desvíos sin darte cuenta, otros ni si quiera los viste; no sabes a donde te habrían llevados los que dejaste de lado, si a un sitio mejor o peor, no lo sabes, pero igualmente sientes añoranza.Podías haber hecho algo y no lo has hecho, has vuelto hacia atrás en vez de avanzar.
Como el juego de la Oca ¿te acuerdas?La vida se desarrolla más o menos de la misma manera.
A lo lardo de los cruces del camino te encuentras con otras vidas: conocerlas o no conocerlas, vivirlas a fondo o dejarlas correr, es asunto que solo depende de la elección que efectúas en un instante.
Aunque no lo sepas, en pasar de largo o desviarte a menudo está en juego tu existencia, y la de quien está a tu lado.
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