Hoy he acabado un libro y se me ha quedado la voz dormida y me he perdido de nuevo entre mares de besos con sabor a algas y a nostalgia; me quedan en el corazón, los primeros versos de un poema que habla de un amor …." procura no herir tu corazón en su escarcha. No dejes que se enrede en el reloj el azul de tus ojos……….." y una sensación extraña, mezcla de ternura, dolor, añoranzas y miradas cargadas de ilusiones perdidas entre canas.
Hoy he terminado de recorrer los paisajes que otros y otras recorrieron, las sendas que anduvieron todas las gentes que me precedieron; sendas de mujeres y hombres con sueños rotos, dolores ausentes, utopías en sus mochilas e ilusiones en sus corazones y al recordarlos una lágrima resbalará en mi mejilla, porque a través de otros que lo contaron mejor que yo, a todas esas gentes conocí y quise y las adopté o me adoptaron que sería lo mismo.
Y he recordado los relatos al calor de un fogón, que mi abuela me contaba durante los fríos inviernos, mientras los "carámbanos" de hielo pendían de los tejados y en el frío aire se respiraba la falta de libertad, la falta de la palabra. Y ella, mi abuela, se encargaba de que mis ojos aniñados pudieran vislumbrar los rostros de tantos y tantas que a mí me precedieron y que a ella rodearon en el que hacer cotidiano.
Ahora, con la perspectiva que da el tiempo transcurrido y las enseñanzas acumuladas, me doy cuenta que vivieron tiempos difíciles; algunos aún hoy, piensan que vivieron en vano o que otros en vano murieron. Yo les diría que no, que no es así, que mereció la pena aquel sin vivir, para que otros y otras pudiéramos alumbrar lo que hoy son nuestras vidas.
Para ellas y ellos, para todos, están escritos aquellos versos del poeta….." y volveré a recorrer las calles nuevamente…….." porque poetas también hubo en aquél tiempo, en todos los tiempos, que cantaron al amor, a los amores propios y ajenos, pero también cantaron al dolor y al sufrimiento de tantos y tantos pueblos.
Y de la mano de los que nunca tuvieron voz, volví a recorrer las calles de las ciudades que otros recorrieron antes que yo; las calles de Madrid, de Burgos, Barcelona, Córdoba, las calles de mi pueblo y de tantos y tantos lugares, de tantos y tantos pueblos; volví a patear los cerros y los montes que ellos y ellas patearon antaño, volví sentir en mis venas el calor de aquellas gentes que lo dieron todo y que al final sólo recogieron el fruto de la sin razón de los que los juzgaron y condenaron, tan sólo por tener un sueño en el que creer.
Hoy, de la mano de una dulce mujer, se me ha quedado la voz dormida y en mi retina pululan unos hermosos ojos azules y una sonrisa a la espera de un amor y un recuerdo con sabor a algas marinas, entre notas manuscritas y versos desgarrados por las ausencias; perdidos si, entre paseos nocturnos y noches en vela a la luz de una candela, mientras unos ojos reflejaban angustias y otros reflejaban tristezas.
Pero también había tiempo para el amor y la belleza, para miradas llenas de dulzura , miradas de amor y sabor a deseos contenidos, a besos con sabor a algas marinas, a montañas peinadas por un manto blanco, a salitre o a noches llenas de lágrimas en una oscura celda, pero cargadas sus miradas, de esperanza.
Hay muchas gentes, muchos momentos, muchas ausencias que deberían ser contadas, oídas, reclamadas, porque en ellas, en esas historias hay parte de ti y también parte de mí y de todos y todas; es por eso que esa lágrima resbalará por mi mejilla y supongo que por la tuya también, como antaño resbalaba por las suyas.
Tal vez, al hilo de mi relato, veas dirigir la mirada hacia ti de unos hermosos ojos azules o verdes o negros; serán los ojos de todas aquellas gentes que no pudieron ver, porque no les dejaron mirar a otros ojos que a ellos y ellas les miraban y en ellos, en esos ojos, tal vez veas los míos que te están mirando.
Yo, por si acaso vuelve a suceder, me abandonaré en brazos de un poema que te diga todo lo que siente mi corazón al verte sonreír como sonríes y esperaré, aunque sea en vano, a tus manos llamándome tras las rejas de tu patio, a ese abrazo tuyo que me transporte a una playa, una marea, una ola para que me arrastre junto a ti y quedarme a la espera de lo que tenga que venir, para esperarlo a tu lado.
Y un sabor agridulce
tus besos me dejaron,
y una nostalgia infinita
empañó mis ojos
al verte en la distancia,
mientras me decía adiós tu mano.
sábado, 7 de marzo de 2009
En una cárcel
Sus ojos quieren llorar
per ella no los deja.
Sus oídor prefieren ensodecer
pero ella no los deja.
Sus labios quieren hablar
pero ella no los deja.
Sus manos quieren ser libres
pero no las dejan.
Su corazon cansado quiere escapar
pero ella no lo deja.
Y por encima de todos
su razón quiere hacerse escuchar
Y se niega a callar,
pero ella es más fuerte y no la deja.
Y me pregunto que razón
puede llevar al corazón
a preferir
escoger el peor de los caminos.
Y me pregunto quien será ella
¿Será su represión?¿será su cobardía?
Pero algún día podrá liberarse
y llamarse Valentía.
per ella no los deja.
Sus oídor prefieren ensodecer
pero ella no los deja.
Sus labios quieren hablar
pero ella no los deja.
Sus manos quieren ser libres
pero no las dejan.
Su corazon cansado quiere escapar
pero ella no lo deja.
Y por encima de todos
su razón quiere hacerse escuchar
Y se niega a callar,
pero ella es más fuerte y no la deja.
Y me pregunto que razón
puede llevar al corazón
a preferir
escoger el peor de los caminos.
Y me pregunto quien será ella
¿Será su represión?¿será su cobardía?
Pero algún día podrá liberarse
y llamarse Valentía.
Paso a Paso
Cuando el camino que tienes a tus espaldas es más largo que el que tienes delante, ves una cosa que antes nunca habías visto: el camnino que has recorrido no era recto, sino que estaba lleno de bifurcaciones, a cada paso había una flecha que señalaba una dirección diferente; a cierta altura se ab´ria un sendero, en otro sitio una senda hermosa que se perdía en los bosques.
Cogiste alguno de esos desvíos sin darte cuenta, otros ni si quiera los viste; no sabes a donde te habrían llevados los que dejaste de lado, si a un sitio mejor o peor, no lo sabes, pero igualmente sientes añoranza.Podías haber hecho algo y no lo has hecho, has vuelto hacia atrás en vez de avanzar.
Como el juego de la Oca ¿te acuerdas?La vida se desarrolla más o menos de la misma manera.
A lo lardo de los cruces del camino te encuentras con otras vidas: conocerlas o no conocerlas, vivirlas a fondo o dejarlas correr, es asunto que solo depende de la elección que efectúas en un instante.
Aunque no lo sepas, en pasar de largo o desviarte a menudo está en juego tu existencia, y la de quien está a tu lado.
Cogiste alguno de esos desvíos sin darte cuenta, otros ni si quiera los viste; no sabes a donde te habrían llevados los que dejaste de lado, si a un sitio mejor o peor, no lo sabes, pero igualmente sientes añoranza.Podías haber hecho algo y no lo has hecho, has vuelto hacia atrás en vez de avanzar.
Como el juego de la Oca ¿te acuerdas?La vida se desarrolla más o menos de la misma manera.
A lo lardo de los cruces del camino te encuentras con otras vidas: conocerlas o no conocerlas, vivirlas a fondo o dejarlas correr, es asunto que solo depende de la elección que efectúas en un instante.
Aunque no lo sepas, en pasar de largo o desviarte a menudo está en juego tu existencia, y la de quien está a tu lado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)